Durante años, las organizaciones promovieron a los mejores vendedores al rol de gerente, asumiendo que quien vende bien sabrá liderar equipos. Pero el liderazgo requiere habilidades distintas: ya no se trata de cerrar tratos, sino de abrir caminos para otros.
El primer paso para esta transición es soltar el ego del “yo vendo” y abrazar el “nosotros ganamos”. Esto implica desarrollar la escucha activa, establecer procesos claros y confiar en tu equipo, incluso cuando sus estilos difieran del tuyo.
También es vital entender que un líder no escala por la cantidad de decisiones que toma, sino por la calidad de las conversaciones que genera. ¿Estás facilitando claridad o sólo apagando fuegos? Evolucionar de ejecutor a estratega es un viaje interno que cambia la forma en que vendes, lideras y, sobre todo, impactas.



